¡Pilotos Deathmatch!

En una semana como esta hasta se agradecen series como Briganti (O) (IT), que está más cerca de aquellos ‘grandes relatos’ italianos -casi eurotrash– que del cine de época que podría haber sido. Con una mezcla de estilos cercana tanto a la telenovela como al bandolerismo de Curro Jiménez, esta historia de un tesoro, un país y un grupo de personajes metidos en una serie de líos, que a ratos se acerca al spaghetti-western y otras al exploit turbio de Robin Hood, logra ofrecer algo que, a fuerza de tener mil partes de otras gentes, logra ser lo suficientemente único. Una ensaladilla de momentos y referencias, normalmente tan excesivo y disparatado que parece pensado para una larga tarde de domingo en la que estás haciendo otras cosas y, de cuando en cuando, dices… Espera, ¿qué? Algo es algo.

Por todas las veces que digo que no soy el público objetivo de algo hay ocasiones en las que lo soy claramente, otra cosa es que luego me ponga la serie en sí y resulte que tampoco. Esta vez me ha pasado con Dead Boy Detectives (USA), que en teoría tiene detectives juveniles y fantástico, pero a la que le pesa mucho más una mezcla particular: La necesidad de alardear y, a la vez, la decisión de contenerse. Es algo completamente ridículo, claro, sobre todo porque no sabes si se están conteniendo de verdad -el clásico ‘no me dejéis que ya sabéis cómo me pongo’– o es que en realidad no hay más. Que es lo que tiene pinta. Parece mentira que Netflix hiciera a penas el año pasado Lockwood & Co., mucho mejor serie que esta, y no haya sido capaz no de repetirlo sino de tomar notas de lo que funcionaba. Por contra, parecen haber tomado nota de la aparición de sus personajes principales en Doom Patrol -la serie de Warner– para… empeorarlo en lo posible. No solo la relación entre los protagonistas -a  un tiempo histriónica y ridícula, más que conmovedora o sentida- y del otro una creación y diseño que parece de un canal canadiense aunque se tome a sí misma como una producción británica. Así que, gota a gota, va sacándome tanto de que me interese la historia o los personajes como de que me de lo mismo nada de lo que estoy viendo. No tengo interés ya ni por saber en qué cobran estos dos o para qué quieren esos emolumentos. Con que no me den la barrila con que la van a cancelar y hay que salvarla me conformo.

No tengo claro cuál será el trato que Netflix haya logrado para esta Destiny (O) (JP) pero probablemente ellos tampoco. En cualquier caso el primer capítulo, y no tengo intención de ver más, nos pone a un grupo de amigos en la universidad. Un grupo que se nos explica su formación y es completamente ridícula. Pero teniendo en cuenta que los actores están más cerca de los 40s que de los 20s no tengo yo muy claro en qué universitarios están pensado. En cualquier caso parece que nos meten dos intrigas criminales, uno sobre el padre de la protagonista, otro sobre algo sucedido en esos años universitarios que ha cambiado la relación del grupo. Lo primero no parece importarle ni a ella, lo segundo tarda TANTO en ponerse en marcha que para cuando lo hace resulta una chorradita en la que no hay muchas opciones y, sobre todo, no puede dar más lo mismo. Es una lástima porque sobre el papel tenía potencial, pero una vez visto no me interesa ni leerme la resolución en la wikipedia.

Dios sabe qué habrá liado Netflix o a qué extraño acuerdo habrá llegado, porque de esta serie no veo trailer ni en Netflix
Una de esas series juveniles de siempre, este Dil Dosti Dilemma (O) (IN) que entiendo es algo como El Dilema de la Amistad nos presenta a tres amigas-muy-amigas cada una con sus problemas propios: Una es una pija clasista insoportable, la otra se ha fijado en un chico que no le hace caso (y que es el hermano de algo así como las reinas del instituto) y la tercera… no sé… sus padres no demuestran afecto o algo. De entre estas tres lo más importante será la primera, pero iremos viendo también a las otras dos. El centro de la historieta es que la primera iba a irse de vacaciones a Canadá, pero se porta tan mal con su abuela -que es una mujer de vida humilde pero mucho corazón, o algo así- que sus padres deciden castigarla a que se vaya con ella -y su abuelo, claro- a pasar esas vacaciones. Como esto es una serie juvenil tenemos también a un chaval del barrio que claramente se va a convertir en novio o lo que sea de ella -la protagonista, no de la abuela. Aunque hubiera sido más interesante- y también que ella decide mentir a sus amigas -¡oh!- y seguir haciéndoles creer que está en Canadá. Total, que podemos imaginar los líos amorosos, los líos de amistad y el Aprender una Valiosa Lección. Pues bueno, no soy el público pero alguien lo será.

No tengo muy claro qué es este I Dina Händer (O) (SU) o Deliver Me o lo que sea. ¿Es un drama sobre los peligros de la Industria Criminal, sobre los peligros de la Infancia, sobre las víctimas colaterales? Desde luego no parece nada que desentonaría en el Lifetime de los noventa.  Excepto porque aquellos lo contaban en 90 minutos. En fin, una serie aburrida y reiterativa que tira de todos los lugares comunes y los más explotados de los trucos para lograr, más que nada, un aburrido sermón.

Uno pensaría que a estas alturas montar un culebrón sobre una familia de ricos y poderosos debería de ser sencillo, pero Fukuro to Yobareta Otoko (O) (JP) oフクロウと呼ばれた男 o House of the Owl, deja claro que hace falta cierto mérito. Porque, de lo contrario, habría salido mejor. Un patriarca que conduce la familia con mano dura y sin escrúpulos, el hijo más joven, lleno de recursos pero bondadosos, y toda una serie de familiares entre medias, y de empleados, y de conexiones políticas y financieras, en un piloto en el que es cierto que en todo momento está pasando algo, pero no es menos cierto que no parezca tener tensión ni utilidad real más que para apagar el fuego del momento, como si alguien hubiera decidido montar un resumen semanal de una telenovela diaria y ese apelotamiento y bandazos de los conflictos sirviera antes para mostrarnos las costuras que para otra cosa.

Más brío demuestra la igualmente llena de idas y venidas Jibaejong (O) (CS), o 지배종 o Blood Free o lo que sea, que parece más el inicio de una idea para una serie que una serie en sí. Una empresa alimentaria que comenzó creando réplicas de piel y se ha pasado a la réplica de carne, y a su alrededor una serie de conspiraciones. El problema es que no parece tener muy claro qué hacer con eso, igual que no tienen muy claro si la empresa es buena o mala, o para dónde tirar con todos los personajes que nos han presentado. Sí que tienen claro que van a montar algo de lío amoroso entre el nuevo guardaespaldas -con un pasado y motivaciones propias- y la directora de la empresa. Todo eso después de un extenso piloto en el que, como decía, no dejan de pasar cosas. Pero muchas veces con menos orden y concierto del que debería para dar la sensación de que tienen algo concreto en mente y no simplemente ir tirando a ver qué sale. Y, con eso y todo, aquí sí que consiguen que pasen cosas con un mínimo de interés y crear algunos momentos de tensión. Pero está verde, está muy verde aún.

De entre todas las novedades de la semana, y vaya semana ha sido, probablemente Jongmalui Babo (O) (CS), o 종말의 바보 o Goodbye Earth o …, sea la peor. Una extensísima duración para un piloto que parte de una idea -un meteorito se dirige hacia la tierra y probablemente acabe con la mayoría de la vida humana- que tiene dos problemas de partida. El primero es que tras una pandemia la mitad de las cosas que hacen no parecen realistas. Por ejemplo, que no les estén obligando a trabajar hasta el último día. El segundo, y casi peor, es que en este mismo Netflix hará seis meses tuvimos una magnífica serie animada que partía de EXACTAMENTE LA MISMA IDEA. Todo lo que ​Carol & The End of The World hacía magníficamente bien desde un piloto que con sus problemas y todo demostraba que se podía abordar el asunto y tirar para delante aquí pasa a ser un incidir en las mismas ideas y mostrar una histeria colectiva que ni siquiera en los momentos más obvios -los ‘negacionistas’ del meteorito- logran superar a la primera, que de nuevo lo hizo mejor. Así que lo que nos queda es una serie excesivamente larga, reiterativa y sin una trama interesante en la que queramos algo distinto de que caiga de una vez el meteorito.

Cómo estará la cosa para que probablemente sea esta Knuckles (USA) la mejor serie de la semana. No por méritos propios tanto como por deméritos del resto. Bueno, es cierto que Red Eye podría disputárselo y que Jibaejong o Briganti tienen sus momentos. Pero lo importante es que en Knuckles saben lo que quieren, saben cómo hacerlo y saben de quién tirar. Así que tenemos una aventurilla para el sector infantil/ adolescente y luego para más mayores una historieta cómic de humor de la incomodidad, Presupongo que para los que crecieran en los noventa jugando a estos juegos. Mucho de lo que vemos parece de manera directa o de manera paródica una referencia a aquellos años y sus películas -de hecho, es casi imposible no pensar en el Kingpin de los Farrelly tanto como en las escenas de bolos de El Gran Lebowsky. Dos grupos que aparentemente no podrían estar más separados demográficamente pero que está claro que se complementan en su puerilidad. Y aunque estoy claramente lejos de ser el público de cualquiera de las dos opciones resulta agradable en toda esta semana ver una serie que lo tiene tan claro.

Nuestra otra contendiente a serie de la semana es Red Eye (UK), que sigue esta extraña tendencia de intriga aérea en la que parece que estamos, pero lo hace como los thrillers británicos hacen. Comenzando por una historia contada a medias y pasando a una situación de presión, en parte dentro del avión, en parte fuera. En su contra está el inevitable armazón de Una Gran Conspiración, pero se ve que es lo que toca ahora, como el Hijack de Idris Elba. Con la diferencia de que aquí -de momento, ya veremos- no parece que vayamos a tener un secuestro aéreo, sino a un tipo que afirma ser inocente de un crimen por el que el gobierno chino (bbrrrrr brrrr malvados comunistas brrrr) le quiere de vuelta. Por supuesto los británicos hacen todo lo que les piden en el movimiento menos británico que he visto en una de estas series en siglos. Ante USA aún me lo creería, ¿pero ante China? En fin, al menos eso sirve para montar nuestro punto de partida, con una policía de Londres de padre chino acompañándole en el viaje. Y, por supuesto, toda una serie de extrañas, sospechosas o directamente exageradas situaciones. No vayas a no darte cuenta. También hay alguna nota con los participantes del vuelo, supongo que porque el género de la catástrofe aérea así lo requiere, supongo que para poder meter algún giro con alguno de ellos. En resumen, que incluso pese a esa necesidad de que detrás de todo haya una megaconspiración está claro que los británicos tienen suficientes tablas para montar una de estas y le podamos dar, al menos, el beneficio de la duda.


Presupongo que alguien mandó la idea para The Red King (AU) con un ¿qué os parece si montamos The Wicked Man pero es una serie? Por supuesto también tendrían que cambiar alguna cosa -mínima- pero el resto está ahí. Excepto, bueno, todas las canciones folk que convertían a la primera en casi un musical. El asunto es que a partir de darse uno cuenta de las más que obvias similitudes deja de preguntarse cómo avanzará la historia para preguntarse en qué se parecerá o se dejará de parecer a esta. Más aún cuando alguno de los cambios ya los realizó la versión de Nic Cage -aunque de momento no hay abejas a la vista- y no parece que tengan intención tampoco de innovar mucho, dado que es un mus tan claramente visto. En fin, decisiones.

No sé si este Swift Street (AU) busca algún tipo de público juvenil o, simplemente, que ya nos las hemos visto demasiadas veces con este tipo de series, pero lo cierto es que parece un poco desubicada en una trama general de drama criminal pero con una protagonista juvenil, casi una pícara, en su centro. El resultado es tan blando como uno podría esperar, sin tener muy claro por dónde tirar y con la historia entre hija y padre -y la deuda de este último- en el centro. Supongo que es un problema del piloto y quiero creer que en sucesivos capítulos estarán más centrados, pero lo cierto es que no me ha dicho gran cosa y lo que más gracia me ha hecho es que al final aparezca un resumen de la deuda como si fuera esto 2 Broke Girls.

Otra para la que no tengo nada bueno que decir. Espero que Wondeopul Woldeu (O) (CS), o 원더풀 월드 o Wonderful World o etc, pase de este piloto cuanto antes a algo realmente interesante, porque tenemos una hora para contarnos lo que podría haber sido una secuencia inicial de menos de veinte minutos y pasar al tema real de la serie… es mucho esperar. Más aún cuando no sabemos qué es lo que nos van a contar, ni lo que quieren hacer. Y no por falta de tiempo. Vale, la protagonista es profesora y autora superventas, tiene un hijo y un marido y se quieren, un tipo (al azar, parece) atropella al niño y ella ve cómo la justicia no cumple su papel. Pues bueno. No hay mucho crecimiento posible para la historia y todo el inicio de la misma sobraba. Estoy dispuesto a creerme que una mujer tiene éxito y ama a su familia sin tener que dedicarle media hora. En fin, yo qué sé, cada semana me sorprendo más con este tipo de decisiones que toman las cadenas. Menos mal que el número de series es limitado.


Deja una respuesta