¡Libros que Salen! Smith, «Literatura o muerte», Galswothy y más

¡Que entre la pila!

Gliff de Ali Smith, ed. Nórdica

Lo nuevo de Ali Smith comienza con una joven que recibe la maleta de su fallecida abuena y una etiqueta, a partir de ahí la búsqueda de un sentido y una comprensión, en la que la mirada a las partes más oscuras lleva también a encontrar en ellas un rayo de luz. Algo necesario cuando la sombra del futuro se proyecta tan sombría sobre nosotros como la del pasado.

Literatura o muerte de Agustina Bazterrica, ed. Godot

A Bazterrica le han publicado un libro sobre escritura y ella lo ha convertido en una forma de explicar su propio proceso, al profunda simbiosis corporal que asegura que es casi como una evolución de la Nueva Carne antes que un conjunto de reglas y corazonadas, y como tal no habla de huesos, respiraciones, punzadas o latencias. Estáis prevenidos.

Una comedia moderna de John Galswothy, ed. Reino de Cordelia
Las crónicas de los Forsyte de John Galswothy, ed. Reino de Cordelia

Quizá recordéis que Reino de Cordelia publicó ya el recopilatorio de La saga de los Forsyte, sacando en un volumen único todos los libros de la misma. Después de eso publicaría sueltas las novelas las novelas del ciclo posterior: Una comedia moderna, y finalmente sacaría también en recopilatorio las del último ciclo de los personajes: Fin de Capítulo. Pues bien, ahora recupera las novelas sueltas de ese ciclo intermedio en un único volumen y, ya puestos, presenta un estuche, Las crónicas de los Forsyte, conteniendo los tres recopilatorios. Todas ellas, por supuesto, con un retrato de la sociedad inglesa, desde la época victoriana hasta casi-casi la llegada de la Segunda Guerra Mundial. Una familia de melodrama, aupada por los negocios pero sin pedigrí aristócrata, que irán dando tumbos por un mundo en el que el dinero va importando más que los títulos mientras, de fondo, el mundo cambia.

La mansión de Rayne de Harley Laroux, ed. Sombras

Una mujer destinada a casarse con su prometido que acaba en una isla junto a otra mujer que le parece fascinante. Secretos oscuros, misterios, asesinatos -lo típico- y las dosis de ‘queerdad‘ esperable (especialmente con une autore que ya había transitado el género).

Perdita Durango de Barry Gifford, ed. Dirty Works

Pues aquí estamos, con el segundo libro de la saga de Sailor y Lula, dispuestos a demostrar aquel viejo clásico de que ‘el libro es mejor que la película’. Que no es que sea difícil en este caso, pero nos permite seguir redescubriendo a los personajes de Gifford y sus historias.

El misterio del Cisne Negro de Tetsuya Ayukawa, ed. Destino

Tetsuya Ayukawa es uno de los grandes autores clásicos de misterios de Japón. Bueno, clásico… de los cincuentas, que a estas alturas ya cuenta como clásicos. Y este misterio de tren, la primera historia del Inspector Onitsura, con sus tablas de horarios y demás, puede ser la más conocida. ¿La recomiendo? En cuanto descubra si se ha traducido del japonés o han hecho una chapuza os digo.

Una curiosidad descarada de Lynn Messina, ed. RBA 

Que ahora parezca que se venden los ‘cozy crimes’ facilita que vayan publicando obras como esta, la primera de una extensa (trece y pico llevan ya) serie de novelas de misterio en la regencia inglesa. Con una ‘solterona’ de veintiséis años, un duque guapo e insoportable y, por supuesto, un cadáver que lleva a algunas actividades detectivescas no muy bien vistas por la sociedad de la época.

Shady Hollow. Un misterioso asesinato de Juneau Black, ed. Alma

Un cozy mystery un poco distinto porque aquí los sospechosos, la víctima, la investigadora… son animales. Más o menos antropomorfizados. Sí, el asesinato sucede en Shady Hollow, pero ese pequeño pueblito podría ser sin problema parte de las Sylvanian Families. Por lo demás, todo lo esperable: La reportera Vera Vulpes investiga una muerte inesperada en lo que parece un pueblo tranquilo con una buena cantidad de sospechosos por medio. ¿Qué puedo decir? Leones y tigres y osos, oh my!

Pánico Victoriano: La leyenda de Spring-Heeled Jack de Karl Bell, ed. Reediciones Anómalas
Un estudio contextual y cultural de la figura histórica de Spring-Heeled Jack. Una leyenda urbana que parte de un momento de confusión en el que la posibilidad de una broma, una campaña publicitaria o una auténtica situación sobrenatural (?) se van mezclando en distintas capas hasta impactar tanto en la cultura popular como en el folclore popular.

FREAKS OUT! de Luke Haines, ed. Contra

Luke Haines es un músico británico que ha pasado por varias bandas como The Auteurs o Black Box Recorder y que aquí aprovecha para hablar de la historia musical de los ‘raros’ en un ensayo que es capaz de unir el ensayo, la memoria o el manifiesto hasta formar una historia alternativa del rock’n’roll desde el punto de vista de un autor que muy claramente no tiene intención de ser objetivo. Muchas opiniones, algunas anécdotas y un autor en su centro en un juego escritor en el que más vale acercarse antes para comprobar si vas a entrar.

Poesía reunida (Edición conmemorativa de la RAE y la ASALE) de César Vallejo, ed. Lengua Viva

Yo pensaba que lo de la obra poética completa de Vallejo ya había sido publicada como edición especial por la RAE. Claramente no, por que por lo que veo fueron Alianza primero y Lumen y Visor después los que sacaron títulos cercanos. Pero bueno, aquí llega la versión de la RAE -y ASALE (que esa la Asociación de Academias de la Lengua Española)- que suponemos que estará muy trabajada y todo eso. Bueno, quiero creer que todo lo que sea ayudar a que la gente lea a Vallejo será bueno. O algo.

Mi amigo Kim Jong-Un de Keum Suk Gendry-Kim, ed. Reservoir Gráfica

El éxito de la surcoreana Keum Suk Gendry-Kim ha servido para que le vayan publicando otras obras, así que toca hacer un repaso por su vida y circunstancias a partir de entrevistas de gente que le conoció, pero también de gente que ha huido de él. Y de lo que la prensa ha dicho. Hablando desde su papel como dictador (ponga aquí su equivalente favorito) de Corea del Norte hasta sus negociaciones con TRUMP! No sé si esto es lo que os apetecía leer de Keum Suk Gendry-Kim… pero es lo que tenemos.

Física para gatos de Tom Gauld, ed. Salamandra Graph

Pues aquí estamos de nuevo, con las tiras de ciencias de Gauld dispuestas a ser recopiladas. A estas alturas no creo que necesite añadir más, pero si no siempre podéis echar un ojo por internete.

Hachís… ¡Salud! (1, Ibáñez Mítico) de Francisco Ibáñez, ed. Bruguera

La muerte de Ibáñez ha afilado la búsqueda de material de Bruguera/ Penguin Random House. Así que aquí tenemos esta historia, que durante años se rumoreó que existía. Porque en 2014 estaba casi preparada para su lanzamiento… y nunca llegó a salir. Así que algo más de una década después lo que entonces no podía ser publicado ahora es la punta de lanza de una nueva colección de Ibáñez. Los tiempos cambian. Claro que también cambiaron cuando pasamos de que se publicara La ruta del yerbajo a que este Hachís… Salud -que originalmente se suponía que se llamaba Hachís… Jesús, pero se ve que el reutilizar el título para Maaastrich… Jesús haya hecho que le dieran una vuelta- fuera visto como poco adecuado. Está por ver qué nos encontramos dentro. La editorial promete que la colección incluirá no solo un prólogo -aquí a manos de Jordi Canyissà-, también recupera guiones escaneados, originales y otros materiales extra para contextualizar y poner en valor la obra que presenta. En fin, el coleccionismo es así, por lo menos ha servido para que este cómic no se quede en una caja. Luego ya veremos cómo de Christopher Tolkien es la jugada.

La receta de la magia de Paula Chesire, ed. Grafito
Una bruja novata, un pueblo en aprietos y un par de amigas brujas más, una joven y amante de la tecnología, y una mayor y más temible. Plagas, pociones, mundos y, sobre todo, amigas. Que es donde está siempre la magia.

Los misterios de Villamaraña de Steve Roberts y Joel Stewart, ed. Edelvives

Edelvives abre una línea de cómic infantil con un par de títulos, uno de ellos es este de Los Misterios de Villamaraña que va, claro, de un par de amigos (bueno, uno de ellos es una perra investigadora, pero también son amigos) en un pueblo extraño en el que suceden cosas raras que -por supuesto- investigan como mejor pueden. Con cierto humor y la idea de contar dos historias cortas por libro parece una buena forma de iniciarse en la lectura.

Aurora y el orco de Lewis Trondheim, ed. Edelvives

¡Nuevo cómic infantil de Lewis Trondheim! Aurora tiene un compañero nuevo… ¡y es un orco! O eso cree ella, porque para el resto le parece un niño más. Pero que quiera comer perros y machacar elfos debería de dar ideas. Así que ha decidido vigilarle de cerca, ¡y eso significa aventuras! Así nos presenta Edelvives la serie, de la que comienza editando sus tres primeros números, en los que no solo veremos qué pasa cuando pones un Orco en el colegio, también todo su mundo.

MalvHadas de Huw Aaron, ed. Beascoa

Las hadas existen. Lo que pasa es que no son muy buenas. Por no decir que son… lo que el propio título explica. Así, en este cómic, entre mezclas de aventuras y humor, tenemos una pequeña (de tamaño) historia de profecías, persecuciones, miel y un héroe al que todo le importa… un comino, claro.

Una tarde escalofriante de Giuditta Campello con ilustraciones de Emma Lidia Suillari, ed. Bindi Books

Tres amigas, dos van al río pero la tercera prefiere quedarse en casa leyendo novelas de miedo. Comienza a llover, alguien llama a la puerta… y a partir de ahí una historia que mezcla risas con miedos para que los primeros lectores puedan gozar de una historia sencilla y bien organizada con, por supuesto, magníficas ilustraciones.

Franky Frankenstein de José Carlos Andrés y Gómez, ed. NubeOcho

La pequeña Franky no es muy pequeña, es más bien una monstrua grande. Y lo que más quiere es ir a la escuela. No a la de casa, donde una calavera le da clases. A un colegio con niños. Pero, ¿los niños querrán? ¿Y conseguirá Franky convencer a su padre? Pues esa es la historia -monstruosa- de tormo que Gómez y José Carlos Andrés nos traen esta vez tras Un vampiro peligrozo, El fantasma de las bragas rotas y Una momia muy hambrienta.

Chanchito, el hada cerdito de Stéphane Servant y Laetitia Le Saux, ed. Éccomi

Hemos hablado en otras ocasiones de Stéphane Servant, autor de varios y variados textos infantiles, aquí repitiendo con Laetitia Le Saux, con quien hizo Ricitos de oso y Un oso de verdad, y que aquí no habla de Chanchito, un cerdito que quiere ser hada, conseguir una varita, purpurina y demostrar que con corazón, amor y humor hay cosas que se pueden acercar. Así que aquí estamos, con un álbum ilustrado encantador.

Yo soy Perro de Peter Bently y Chris Chatterton, ed. Edelvives
Yo soy Gato de Peter Bently y Chris Chatterton, ed. Edelvives

Parece algo obvio, pero nunca lo es tanto. Hacer un álbum de un perro y de un gato, mostrarlos con dibujos divertidos y con una mezcla de cotidianeidad y humor. y si no os queda claro siempre podéis echar un ojo dentro. Y esperar a los próximos protagonistas de la colección Patas.

Oveja va al mercado de Studio Imagebooks, ed. Librooks

Tras Minina va a la pastelería hoy toca Oveja va al mercado. Un nuevo libro de rasca y huele pensado para que el público más joven conozca un poco mejor lo que tienen -o debería de tener, a estas alturas fíate de que vayan al mercado- más cerca. Y así, levantando pestañas, tocando la superficie táctil y luego rascándolas, no sé si aprenderán pero al menos estarán entretenidos. Con eso y con los dibujos, claro.

¡Que viene el lobo! de Pintachán, ed. Combel

Pablo y Aida son Pintachán, un nombre -llamémoslo así- usado para crear libros ilustrados. Libros infantiles. Con un estilo retro que para mí resulta muy atractivo. Especialmente cuando intentan cosas distintas como este libro de baño que cambia con el agua, y así esta historia de un conejo blanco que va de puerta en puerta visitando a Ricitos de Oro, Caperucita o los tres cerditos, demuestra que se puede hacer algo más. Que ya es toda una declaración de intenciones por parte de Combel. Encomiable, por supuesto.

Nos leemos.


¡Libros que Salen! Tingle, «El corazón revolucionario del mundo», McDowell y más

¡Que entre la pila!

Camp Damascus de Chuck Tingle, ed. Obscura

Ya iba tocando que alguien se animada a publicar a Tingle en España. Quizá os suene su nombre por los particulares libros cercanos al romántico… o algo… que se fueron popularizando durante años en internete. Esto, sin embargo, es un poco distinto. Un poco distinto porque habla de una chica a la que mandan a un campamento de conversión, un Campamento Homofobia, o Camp Damascus aquí. Pero lo que le pasa a la protagonista es algo más complicado. Lo es porque es una joven temerosa de Dios, pero también porque tiene visiones, vomita moscas y sus pesadillas… Digamos que pueden no serlo tanto. Sobre todo una vez tenga que sobrevivir en ese campamento. Como veis, un poco distinta de Helicopter Man Pounds Dinosaur Billionaire Ass.

El corazón revolucionario del mundo de Francisco Serrano, ed. Tusquets

Supongo que quien haya leído En la costa desaparecida, Hajira o Perros del desierto no se sorprenderá demasiado de encontrarse una novela ambientada en una célula anticapitalista en los años 70, con una protagonista que duda sobre el camino a elegir para buscar su verdadera liberación. Y el resto tendrá la suerte de que aún tiene libros para seguir leyendo.

Hija de la venganza de Michael McDowell, ed. Blackie Books
El libro que McDowell escribió justo antes que Blackwater -y cuyo título original es Katie (que es con el que se publicó en La Bestia Equilátera), que no se diga que no son originales con las traducciones de títulos en España, casi tanto como con las portadas… – con el centro en el enfrentamiento de una joven, llamada por su abuelo, contra una familia liderada por una mujer con unas ciertas habilidades -incluyendo con el martillo-. Así que ya sabéis lo que toca, sobre todo con McDowell por medio y sabiendo que llega para la temporada navideña… aunque después de la ‘recuperación’ de Planeta.

La montaña hueca de Brian Catling, ed. Aristas Martínez
Conocido sobre todo por su trilogía de The Vorrh (del que aquí solo vimos el primer tomo, en edición de Siruela con el subtítulo El bosque infinito) nos llega ahora esta novela -la más reciente del autor- que mezcla un punto de partida propia de la fantasía épica (un grupo de mercenarios son contratados para traer a un ‘Oráculo’ al monasterio, enfrentándose a todo tipo de peligro y situaciones extrañas) para mezclarlo con imágenes alegóricas, surrealistas y -a ratos- temibles. como si hubieran encargado pintar estas gestas a El Bosco. Esperemos que en esta ocasión le vaya mejor en España al autor.

Hasta el límite del firmamento de Takako Takahashi, ed. Hermida

Cuando la editorial te dice que un libro es ‘Precursora en la creación japonesa de la denominada «novela del trauma»’ puedes hacerte a la idea de por dónde van a ir los tiros. Un drama dramón sobre una mujer marcada por la guerra y que aún no ha podido superar los traumas que la abocan a la autodestrucción. Una juerga, vaya. Así que en esta obra de perversión, ruptura y destrucción puede encontrarse, precisamente, un inicio de lo que nos espera.

Sherlock Holmes y las sombras de Shadwell de James Lovegrove, ed. Alma

Pues sí, en su paseo por los detectives literarios y el ‘cozy‘ y todo lo demás parece que en Alma han llegado al momento de publicar un misterio que mezcla a Holmes con Cthulhu. Lo que, supongo, es una decisión de marketing. Y quizá también de alguna persona en el lado editorial. Pero sobre todo de marketing.

El bosque en pleno invierno de Susanna Clarke con ilustraciones de Victoria Sawdon, ed. Salamandra

Para los aficionados a Susanna Clarke que sean MUY aficionados o la gente a la que le guste pagar 16 € por 64 páginas -en tapa dura y con ilustraciones, por supuesto. Que no hayan puesto a la ilustradora en la portada supongo que será por no dar pistas- tenéis este relato. Que también sirve como ‘detallito navideño’, supongo. Ah, sí, la historia. Un joven puede comunicarse con animales y plantas, le gusta el bosque, se interna en él, encuentra compañeros, aparece una figura, cambia su vida. Etc.

Ser o no ser de Ryan North, ed. Fandom Books

Ryan North es -posiblemente- más conocido por sus guiones de cómics. Pero también ha hecho libros, quizá recordéis el de Romeo y/o Julieta. Pues ahora estamos en las mismas pero le ha tocado el turno a Hamlet. Una versión con humor -y más cosas- en forma de juego de misterios, secretos y elecciones. Y si este funciona lo mismo tenemos un Macbeth.

En vela de Ana Penyas, ed. Salamandra Graph

Ana Penyas ha ido haciendo más cómics después de ganar el Nacional por Estamos todas bien. Esta vez le ha tocado como tema de turno al insomnio. A lo que nos lo causa sobre todo, de la precariedad, la incertidumbre, la desigualdad, la desconexión, la ansiedad. Habrá que ver cómo sale pero supongo que había que mencionarlo.

Homeboy de Theo Parish, ed. Tomodomo

Un cómic de reflexión y autodescubrimiento sobre el no-binarismo en el que las viñetas y lo momentos más propios de un diario se van mezclando para explicar lo que es -o, mejor dicho, lo que fue- el proceso que siguió su autore. Una obra entrañable, que busca no solo el conocerse mejor, también la afirmación y la esperanza.

Detectives y fantasmas (El primer misterio de los rescatadores mágicos) de Sabrina Catdoor, David Sierra Listón y Violeta Cano, ed. La Galera

Parece que la serie de Los rescatadores mágicos ha decidido unirse a la tendencia de los libros de misterios y detectives de hace un par de años con este especial de mayor tamaño y extensión. Bienvenido sea, supongo. Sobre todo si hay suerte y la serie regular o los especiales logran mantenerse.

El pirata de Masakatsu Shimoda, ed. Corimbo
Quizá os lo sorprenda, pero este álbum ilustrado no va de lo que parece. Bueno, sí, hay un pirata. Un pirata muerto que es arrojado al mar. Los seres marinos van despojándole de sus posesiones (es decir, joyas, ropas y también… ahm… partes del cuerpo) y de esta forma se nos va hablando y mostrando el cambio que supone, la reflexión sobre la vida y supongo que algunas metáforas. Pero, vaya, que más os vale echarle un ojo a algo más que la portada. Por si acaso. Aunque si queréis hablar de la muerte con peques es una forma de hacerlo.

El pequeño Niko de Svetlana Pavlova, ed. Apila Ediciones

El ganador este año del Premio Apila ha sido este álbum ilustrado con un extraño personaje que va probando a ver qué es. ¿Es un animal, es una planta? Iremos jugando junto con él, descubriendo y comprobando no solo la variedad que nos rodea sino, por supuesto, la importancia de buscarse. Incluso si no sabes si te encontrarás.

Nos leemos.


Generalmente enfrentarse a una serie de Ryan Murphy, especialmente a una de 9-1-1, significaba muchas ideas despendoladas y algo de drama tras las escenas. Además de una cantidad razonable de diversidad no siempre bien pensada. En 9-1-1: Nashville (USA) no tenemos nada de eso. Las ideas son tirando a cutres, como si no tuvieran dinero para hacer no solo las grandes escenas de rescate -o hacerlas de manera creíble: Un concierto al aire libre pese a la amenaza de huracanes no parece razonable- sino incluso antiguos trucos como el del bebé en el sumidero o el de la serpiente pitón. Aquí lo más parecido que tenemos es una niña siendo llevada por una cometa. No solo eso, la diversidad brilla tanto por la ausencia que podríamos estar hablando de 9-1-1: MAGA. Tampoco ayuda que el reparto en general ni tenga mucho que hacer ni mucho con lo que hacerlo. Pero es especialmente grave cuando el capitán es un Chris O’Donnell tan abotargado que llegué a pensar que su Gran Secreto es que estaba drogado. ¿Y con qué tratan de compensar todo este desastre? Pues con unas idas y venidas de telenovela de ricos noventera de lo más manoseado y aburrido. No solo por la unidimensionalidad de los personajes femeninos (los masculinos no son mucho mejores, pero por lo menos muestran un mínimo de variedad y agenda) como si hubieran decidido reciclar ideas de otra telenovela blanca como fue Nashville. La sobreproducción de Murphy ha ido haciendo progresivamente más descuidadas unas series que siempre han tendido al caos, pero no soy capaz de recordar una serie tan torpe, deslucida, e incluso lerda como esta. Creo que tiene suficiente dinero como para no haber hecho otro spin-off si no le apetecía. Y por la desgana que muestra cualquiera diría que le han puesto una pistola en la cabeza para desarrollarla.

Si tuviera que explicar de qué va Boots (USA) posiblemente dijera que es de la idealización de una relación de maltrato. Por algún motivo la última serie en la que estuvo implicado Normal Lear es esta y da la sensación de que él tiraba para un lado y otra gente para el contrario. Seguimos a un joven que se acaba de meter en los Marines durante su periodo de formación, entrenamiento o como leches lo quieran llamar. Y lo que vemos es exactamente lo que podemos esperar: Muchos gritos, mucho hacerle la vida imposible, mucho maltrato. Y lo que se nos cuenta es que es un cuerpo donde hay camaradería, donde se da una estructura, donde hay una finalidad. Da igual las cosas que le hagan, el personaje central -y los de sus alrededores, que tampoco es que tengan mucho que hacer- se dedican a encontrar excusas ‘pero en el fondo me quiere y lo hacen por mi bien’ que serían suficientemente graves incluso si no fuera por la verdad en su centro. Que es un poco de lo que va este Boots. Porque una de las cosas que han hecho desde el principio es quitar el mucho más claro título del libro que adapta: The Pink Marine. Sí, el personaje central es, además, gay. Y estamos en el paso de los ’80s a los ’90s. Así que no es que estemos en la actualidad -bueno, la PRE actualidad-, o en la época del Don’t say, don’t tell. Estamos incluso antes, en un momento en el que si se descubría te echaban. Que viendo las declaraciones del Ministro de Guerra es exactamente donde andan ahora. Porque el problema del actual clima político en USA es que muchas de las series que se ambientan en el pasado con un ‘fíjate que espanto cómo eran antes las cosas’ ahora se han convertido en ‘estamos igual de mal que antes’. Salvo las de ‘alguien quiere matar al presidente’, que esas se han convertido en ‘apoyo completamente a los malos’. Como decía, este es parte del problema. Otra parte es que en realidad no saben qué quieren contar. Porque te cuentan esas dos cosas pero también tienen un montón de secundaros dando vuelta sin mucho interés, agencia o trasfondo. ¿se supone que se convertirán en personajes de verdad, que serán el fondo, que servirán para que encontremos potenciales intereses románticos? ¿Qué? Posiblemente el personaje más plano de todos sea el de la madre del protagonista, del que puedo llegar a pensar que lo han metido con calzador porque una serie de gays necesita a una actriz como Vera Farmiga por ahí. Y es que al final lo que tenemos es eso, un batiburrillo que no sabe qué quiere ser y una explicación de una relación de maltrato. Se ve que esa es la comedia hoy día.

Como esta ha parecido la semana de las series ridículas ahora nos toca The Chosen Adventures (USA) en la que Jesús se hace amigo de dos niños a los que ayuda con el día a día. Lo que solo sirve para pensar en hasta qué punto parece algún tipo de comedia de adult swim que se han tomado en serio. No solo por lo ridículo de la premisa y los chistes -si en algún momento Jesús hubiera dicho que él no va a restaurantes porque después de la cena te clavan casi ni hubiera movido una ceja- sino porque el potencial para el mal es mucho mayor que el de esta especie de Amigo Invisible que tratan de venderles. Pero bueno, la religión es un negocio y de alguna manera tienen que sacar merchandising, supongo.

Tras todo esto lo que puedo decir de Les Disparues de la gare (O)(FR) es que es rutinaria. Una serie ‘basada en hechos reales’ que sigue una investigación con sus mujeres muertas, sus policías atormentados, su mezcla de paisajitos y de paisajes grises, exactamente lo que te puedes esperar, nada estridente, nada estúpido, perfecto para tenerlo de fondo mientras te echas la siesta, planchas o cualquier otra cosa porque la historia va tan sobre railes que te puedes subir y bajar de ella sin que en realidad importe demasiado.

En Netflix siguen estirando el exploit con Dr. Seuss’s Horton! (USA) que es una serie sobre animalitos ayudando a otros animalitos que no tiene nada que ver con el libro ni, desde luego, con la imaginación de Seuss. Pero parece que este tipo de explotaciones de obras conocidas es lo que toca en la era de las Propiedades Intelectuales. Supongo que porque es lo que reclaman los pre-escolares. ¡No van a probar cosas nuevas! En fin.

A favor de Enfes Bir Aksam (O)(TU) diré que por lo menos tiene sentido. Quiero decir, esto es una de esas telenovelas turcas. Lo saben todos los implicados y, probablemente, también sus espectadores. Drama, lujo, lo que parece venganza o algo, con una familia que en realidad es gente reunida sin lazos de sangre, con una joven que vuelve para salvar el legado familiar de esta familia, y voy a asumir que con una historia de amor entre ellos. La verdad es que a mí no me ha dicho nada. De hecho, me ha parecido un exceso de escenas de personas hablando en trajes de noche y esas cosas -también te enseñan a la protagonista manchándose las manos arreglando no-se-qué para que quede claro que ella no es como los demás, por supuesto- pero supongo que también eso es lo que espera su público. Que, muy claramente, no soy yo.

A veces uno se encuentra con series tan insufribles que solo puede imaginar que acabarán siendo consideradas de culto, porque eso es lo que Film Club (UK) hace. Hasta el punto de que el personaje de Suranne Jones como una madre insufrible acaba siendo lo único de interés en una serie a mayor gloria de una actriz principal que se pasa poniendo la misma cara todo el capítulo, se supone que tenemos que empatizar con ella por algún motivo ignoto mientras la vemos redecorar una sala para una experiencia inmersiva de una película y vemos una relación romántica desarrollarse de manera muy poco interesante, creíble o razonable. Nabhaan Rizwan es claramente peor en comedia que su hermano, pero se supone que en drama es mejor, y que puede ser un interés romántico competente. Lo cierto es que aquí lo único que deja claro es que su hermano es más divertido. Pero el problema es que teniendo tan cerca la segunda temporada de Juice también sabemos que de este Rizwan se podían haber sacado mejores interpretaciones. De hecho, aún no es tarde, podéis olvidaros de sufrir este piloto y poneros la segunda de Juice. Aunque no salga Jones.

Uno -yo- esperaría que una serie como Frauds (UK) que podría resumirse como ‘Suranne Jones y Jodie Whittaker son unas ladronas que preparan un último golpe antes de que la segunda muera’ sería algo divertido de ver y bien actuado. Ninguna de las cuales se cumple. Jones parece estar perpetuamente en otro lugar -lo que tiene más mérito porque es co-creadora del asunto-, mientras que Whittaker va en automático. ¿Es posible que en algo de esto tenga la culpa España? Pues lo mismo, porque está grabado aquí y el centro de la historia parece que será un atraco a uno de los grandes museos. Pero, por supuesto, como están en España es lógico que haya una escena en una plaza de toros. En fin. El problema principal es que se pasan tanto tiempo estirando las escenas y la premisa que da la sensación de que en realidad iba a ser una película pero alguien las obligó a rellenar mínimo seis capítulos de esto. Y, claro, no da. Muchas vueltas sobre lo mismo, mucha incidencia en lo mal que está Whittaker, muchas ideas y venidas para nada. Y poco de todo lo demás. Que voy a asumir que la excusa era poder cerrar el capítulo con lo que pretenden robar, pero… yo qué sé… búscate otro cliffhanger porque para cuando llegas a él te da lo mismo. Te da lo mismo el golpe, te da lo mismo por qué lo dan, quién está por medio y absolutamente todo. Y al final lo único que puedes decir bueno es que no es la peor serie en la que Jones ha estado esta semana.

Volviendo a las series que no soporto y que probablemente hubieran sido mejores como películas, este Hui hun ji (O)(TW), o 回魂計 oThe Resurrected o Plan de resurrección o…, tiene un piloto desastroso con cambios temporales, mucho que contar y pocas ganas de hacerlo claramente y eso pese a tener un tema que es muy sencillo de exponer: El asesino y torturador de unas jóvenes (y más cosas) es ejecutado tras un proceso penal. Varias madres de sus víctimas se unen para resucitarle y torturarlo. Hale, ya está. Sí, la parte de resurrección había que explicarlo. Y por algún motivo parece que también el que la familia de él es rica -o algo- y logra que las víctimas y sus familias no reciban compensación, que imagino que es importante también por algo. Y entiendo que tenemos tres mujeres porque así están la madre de la hija muerta, la madre de la hija en coma y la madre de la hija que sobrevivió. Pero entre el batiburrillo de cosas que nos cuentan, cómo nos la cuentan y que, en realidad, llega un momento en el que dejas de querer enterarte porque, francamente, no puede dar más igual que hace cinco años las madres vieran cómo mataban un mono para luego resucitarlo en un CGI tan malo que podría ser de Gladiator II, y mucho menos aún que te lo junten con que entonces pensaron usarlo para una cosa y ahora se les ocurre hacerlo para otro. Simplemente no. No me sobran el tiempo de vida que requiere ver esto. No creo que me sobre ni el de mirarme un resumen en la wikipedia. Pasando.

¿Es un dibujo feo y una animación discutible o ya ha llegado al IA? Viendo Kurukshetra (O)(IN) lo único que sé es que no han sido capaces ni de explicar el follón -en parte porque hacen resúmenes pero los hacen partiendo de un cierto conocimiento, así que sirve para no enterarte de la historia porque no te la están contando y porque la interrumpen todo el rato- y, además, te ofrecen uno de los peores ejemplos de animación que se me ocurren. Es muy notable como algo que podría ser interesante acabe en este espantajo. Pero confío en que la próxima vez que lo intenten haya alguien poniendo orden y tomando mejores decisiones. Empezando por ‘que no parezca hecha con IA’.

Otra de más-de-lo-mismo en The Last Frontier (USA), una serie que hace lo que una película pero en más tiempo y estirándolo todo para justificar ese tiempo. Yo no sé qué manía tienen de capítulos largos si luego no saben qué hacer con ellos o en ellos más que dar vueltas una y otra vez a lo mismo. Esta en cuestión da tantas que en un momento determinado lo paré para mirar si es que era algún tipo de spin-off de una película que no hubiera visto y por eso había tantas referencias a ‘ya sabes, después de lo que pasó’. Pero no, es simplemente que no saben cómo crear suspense. Supongo que es parte de esa tendencia de crear series mascaditas que sirvan como ruido de fondo durante la siesta. En fin.

Es notable que esta Maigret (UK) sea británica, porque toma todas las decisiones americanas posibles. Desde convertir a Maigret en un tipo de metro ochenta, treinta años, atlético, etc… a coger Maigret y el ladrón perezoso, reducirlo al esqueleto y centrarte en los atracadores -y los atracos- antes que en los personajes y sus relaciones -claro, si el protagonista tiene 30 años es más complicada una relación extensa con un ladrón- así que acaban logrando la clásica serie policíaca al uso (incluyendo el dotar de un equipo de colaboradores más o menos especializados al protagonista). Y al final la idea que me queda es, ¿realmente querían ver una adaptación de Maigret? ¿O lo que querían era que Maigret se pareciera a lo que suelen ver?  Porque esta americanización del que puede ser uno de los más claros ejemplos de detective europeo… no tiene demasiado sentido.

Resulta curiosa esta Néro (O)(FR), no tengo muy claro que esperaba pero que sea una mezcla de aventuras, historia y francesidades con ciertas intrigas más o menos palaciegas, más o menos de organización criminal y toda una serie de añadidos (incluyendo algún toque ‘sobrenatural’ de profecías y brujas; pero también de relaciones familiares) para crear una serie que no es más de lo que pretende, ni parece buscar otra cosa. Que, a veces, es lo que más mérito tiene.

Si ya es malo hacer series que parezcan películas alargadas esta Sin Frenos (O)(CH) que parece una película de esas comedietas que estrenan ahora… peor aún. Sobre todo porque no solo el punto de partida es a la vez estúpido y manido -una mujer rica enviuda y descubre que solo tiene deudas, un tipo con aspiraciones se ve ‘relegado’ a un empleo de ‘rider’, ambos confluyen y parecen haber tenido algún tipo de idea genial, no muestra más- sino que, además, los temas tratados con superficialidad no parecen ir a desarrollarse por ningún lado. Y lo más triste aún es encontrarse que este básico mínimo de ‘los pobres, los extranjeros, son gente también’ parezca tan revolucionario que los comentarios del trailer estén llenos de auténticos malnacidos protestando por esto. Que espanto de mundo.


¡Libros que Salen! Ayatsuji, «Descarriada», Slatter y más

¡Que entre la pila!

Los asesinatos de la mansión del molino de Yukito Ayatsuji, ed. Quaterni

No sé si recordaréis Los asesinatos de la casa decagonal, pero su autor -el especialistas en misterios clásico que allí llaman ‘honkaku‘- vuelve aquí con una mezcla que nos puede sonar: Un hombre en silla de ruedas que lleva una máscara para ocultar su desfiguración invita, como cada año, a un pequeño grupo de conocidos a su casa. Pero este año un tifón desencadena una serie de acontecimientos que incluyen -por supuesto- robos y asesinatos. El investigador habitual de Ayatsuji, Kiyoshi Shimada, hace aparición para tratar de desentrañarlo… justo cuando se anuncia la llegada de otro tifón. Así que sí, misterio al estilo clásico con las particularidades japonesas. ¿Qué más hace falta saber?

Una senda de espinas de Angela Slatter, ed. Duermevela

Volvemos a Angela Slatter y lo hacemos con una novela de inspiración gótica, en el mismo universo que De conjuros y otras penas, con una institutriz que viaja a una remota finca. Así que pronto tendremos las clásicas escenas con caserones con secretos, remedios medicinales y extrañas criaturas en los bosques circundantes. Así que eso nos ofrece Slatter, su propia versión de una receta clásica.

Descarriada de Samantha Kolesnik, ed. La Biblioteca de Carfax

Una mujer que de puertas para fuera tiene todo lo que podría desearse pero de puertas para dentro lo que tiene es un marido abusador. Desde esa premisa la protagonista llegará al fetichismo y la cirugía plástica para hablarnos de la misoginia o la falta de autoaceptación a múltiples niveles al ‘body horror’ y, sobre todo, por sorprender también con lo que deja sin mostrar ni contar para que sea ahí, en lo que rellenamos por nuestra cuenta, donde el horror esté más presente.

Lo que viene después… y que te guste de Abigail Thomas, ed. Errata Naturae

La muerte y un día. Podríamos hablar de que ese es el punto de partida de este libro en el que las vivencias de la autora van desgranándose, de la muerte de su marido a un mal diagnóstico para su hija, pasando por reflexiones sobre el arte, la esperanza o las vicisitudes. A ratos puede parecer una persona de charla, pero eso es precisamente lo que estas viñetas van montando y organizando. Y ahí reside parte de su valor.

Querida Laura de Gemma Amor, ed. Dilatando Mentes
Tras Pinos Blancos nos trae Dilatando Mentes una nueva novela de Gemma Amor, esta vez con otra joven protagonista pero igual de complicada su vida. Empieza a recibir correos sobre un amigo de su infancia que desapareció cuando eran niños. Correos que le ofrecen contarle cosas a cambio de humillaciones. A partir de ahí cada cual que juzgue si es el tipo de cosa que le apetece leer. Si no siempre podemos recomendar su anterior libro, que mejor.

La vía dorada de William Dalrymple, ed. Desperta Ferro

Vuelve William Dalrymple, vuelve a hablar de India y lo hace para explicar cómo antes de los sultanatos fue una cultura influyente, irradiadora incluso, que reivindica sus contactos de China al Mediterráneo, y la influencia que su tecnología y su comercio, su ciencia y filosofía tuvieron.

Let’s do it de Bob Stanley, ed. Liburuak

Autor del conocido Yeah! Yeah! Yeah!, aquí Stanley nos lleva al inicio de la música pop… que él pone en el inicio también del siglo XX. Echando la vista atrás, a la invención del disco de 78 rpm a finales del S XIX, y hablándonos de las estrellas (Armstrong, Ellington, Bessie Smith, Sinatra) así como de los compositores y arreglistas, se trata de un repaso a esos inicios que quizá estén más olvidados pero que no dejan de ser los que configuraron en muchos aspectos nuestra relación con el pop.

Brooklyn, una novela criminal de Jonathan Lethem, ed. Literatura Random House

Vuelve Lethem con otra novela criminal en Brooklyn, en los años setenta, con viñetas interrelacionadas, con vidas cruzadas sobre todo de los jóvenes de uno de los vecindarios, con la variedad cultural de los vecinos y sus interconexiones como manera de tejer una imagen que tejido en el que la gente llega y va, y es que el crimen aquí es más la empresa criminal -casi una forma de vida- antes que un suceso concreto que investigar. Lo que sirve para formar una fotografía que deja una imagen más completa del tema a fuerza de hacerla también algo más superficial.

Mi refugio y mi tormenta de Arundhati Roy, ed. Alfaguara

Un nuevo libro de memorias de Roy en el que, esta vez, intenta entender el proceso de duelo por la muerte de su madre, tanto hacer las paces con ella como con el hecho de cómo le ha afectado. Porque su relación era complicada, había amor pero también una necesidad de separarse de ella para encontrar la libertad -una libertad- que le permitiera ser ella misma y no lo que su madre quería. Así que podéis imaginaros que estas van a ser unas memorias complicadas.

Un largo camino de Abdulrazak Gurnah, ed. Salamandra

La primera novela desde el Nobel, una historia de muchachos que están en crecimiento en -y cito- «el África oriental postcolonial». Que suena a espacio geo-temporal amplio. En fin, Zanzíbar años noventa, tres jóvenes de distintos orígenes, contextos e intenciones, pero se hacen amigos y eso lleva toda una serie de momentos, movimientos y blablabla. Ya sabéis cómo va esto.

A la deriva contigo de Beth O’Leary, ed. Suma

Aquí estamos, con Beth O’Leary de nuevo (Piso para dos, En tus zapatos, etc…) en una nueva obra romántica, con una joven que busca una noche y un joven que busca el amor, y el barco en el que deciden aprovechar… y se ve arrastrado mar adentro. Esto, que podría dar lugar a una de suspense o, incluso, de terror, logra reconducirse en una obra romántica. Porque es lo que tienen las tablas. Que flotan.

Ashes to Ashes Not de Mak Siu-Fung, ed. Planeta Cómic

Autor hongkonés centrado sobre todo en la animación, Mak Siu Fung lleva en esto de las artes desde los noventa, sea con cómics, ilustración, animación, esculturas o lo que toque. Así que es bueno que llegue este volumen que recupera dos historias de terror. Por un lado un joven estudiante arrastrado a un infierno personal de culpa por el recuero de una promesa rota. Por otro, una joven pareja que descubre una presencia tras el televisor. En ambos casos una ventana a otra manera, no tan lejana, de contar historias.

El bosque de los mil ojos de Frances Hardinge con ilustraciones de Emily Gravett, ed. Bambú

Naturaleza salvaje, amenazas inesperadas, una misión con peligros y una joven acompañada por su hurón para tratar de salvar a los humanos. Una inversión de papeles en la que la naturaleza es la agresora y la humanidad debe defenderse, lo que le sirve perfectamente para dejar caer una reflexión. Eso es lo nuevo que nos propone Hardinge en esta obra acompañada por algunas ilustraciones de Gravett.

Muerte en el faro (2, Montgomery Bonbón) de Alasdair Beckett-King con ilustraciones de Claire Powell, ed. Bambú

Pues aquí estamos de nuevo, con un nuevo caso para Bonnie Montgomery, perdón, queremos decir para el célebre detective con bigote Montgomery Bonbón. Un faro, unos cuantos sospechosos y suficientes giros de guion y momentos de humor -acompañadas por las ilustraciones- como para dejarte con ganas de seguir leyendo más sobre este particular detective que en ningún caso es una jovencita disfrazada. ¡Si hasta tiene una boina roja!

El libro fantasma de Remy Lai, ed. Astronave


Se nota que llega el mes que llega cuando las editoriales se animan a publicar cómics de temática fantasmal -e influencias más o menos obvias- como este de Remy Lai. Una joven ve fantasmas, pero tiene que negarlo porque su padre no cree en ellos. Algo complicado sobre todo en el mes de los fantasmas, sobre todo cuando aparecen los fantasmas hambrientos. Tampoco ayuda que se haga amigo de un fantasma infantil de alguien que parece debatirse entre la vida y la muerte. Y, mucho menos, encontrarse con que sus vidas están ligadas. Así que a ver si hay suerte y sirve para que publiquen más cosas de la autora como Pie in the Sky o Chickenpox.

Ágata Crispy Detective de Paul Martin con ilustraciones de Camille Roy, ed. Blackie Books

El éxito de los investigadores para peques facilita la aparición de estos álbumes ilustrados en los que la pequeña Ágata va haciendo frente a pequeños misterios cotidianos que se pueden resolver, con ilustraciones como apoyo y una serie de tareas -encontrar pistas, elegir sospechosos, resolver el misterio propuesto- a su medida. Además, claro, de las ilustraciones de acompañamiento.

A la caza de los Monstruos de Robert García y Emma S. Varela, ed. Pijama

En Pijama sacaron A la caza de los Reyes Magos y, tras su éxito, decidieron que iba a ser una colección, así que con Emma S. Varela y Roberto García crearon esta historia con divertidas ilustraciones en las que un peque decide ‘cazar’ a todos los monstruos que se esconden en su habitación. Con ello una mezcla, no solo está la historia, también la posibilidad de ‘jugar’ buscando los objetos perdidos por las páginas.

Hansel y Gretel en versión de Stephen King con ilustraciones de Maurice Sendak, ed. Beascoa

Supongo que a estas alturas todo el mundo conoce a: Hansel y Gretel, Stephen King, Maurice Sendak. Probablemente por ese mismo orden. Así que reunir a los tres -bueno, o a los dos y darles la idea de darle una vuelta a la historia- parece una idea que quizá no tenga muchas fisuras pero, además, algo por lo que poder cobrar 20,95 € por 48 páginas.

Nos leemos.


Tras la versión francesa, la italiana y la… ahm… paisbajeza… llega la versión italiana de Machos Alfa, llamada esta vez Alphamännchen (O)(AL) , lo que significa que ya he visto más veces este piloto no solo que lo que se merece sino de lo que cualquier persona sensata habría hecho. El mismo número de estupideces, de ‘soy demasiado Un Hombre para conseguir encontrar un empleo’, de ‘me asustan las relaciones abiertas y me trago el anillo que yo mismo escondí’ y de ‘chistes de juguetes sexuales’. Si ya eran malos la primera vez verlos ahora hace pensar en lo increíble que es que nadie haya decidido que tenía que haber una manera de mejorarlos. En lugar de eso parece que han decidido rodarlo más lento. Supongo que porque buscaban la manera de hacerla más insufrible. Los otros cambios (quitar un personaje de la cena final, intentar justificar a los personajes en sus machisteces, por ejemplo) funcionan igual de mal. Esto tiene ya cinco versiones, ¿podemos parar por favor? Como ‘running gag’ perdió la gracia hacia mucho.

Podría pasarme todo el día echando pestes de Chad Powers (USA) y no terminaría. El ridículo punto de partida, que intenta sacar cosas de Ted Lasso y de Mrs. Doubtfire -de manera poco menos que explícita- logra ser incluso peor que la cosa de golf de Owen Wilson de hace unos meses. La interpretación de Powell está más allá de lo plano, el intentar que nos creamos que el engaño se puede sostener es casi insultante, y lo claro de cada rol y cada arco que tenemos por delante es una muestra de pereza que hace pensar en cuánto dinero habrán gastado en este espantajo. En fin.

Seguimos con esa moda incomprensible de coger una historia, partirla en tres segmentos y llamarla serie, pese a que el total conjunto de las mismas supere por poco las dos horas, como es este caso. Bien es cierto que este Charlotte’s Web (USA) ha sido una adaptación con los productores de Barrio Sésamo detrás que ha tenido todo tipo de problemas para salir adelante. Lo que supongo que explica tanto el reparto de campanillas para las voces como que la serie en si no tenga interés alguno ni como adaptación del libro original ni como serie propiamente dicha, y no me hagáis hablar de la animación. En fin.


La decisión de hacer este Da Ilueojiljini (O)(CS), o 다 이루어질지니 ‧o Genie, Make a Wish o El Genio y Los Deseos o…,parecía salir tanto de recuperar a los dos actores principales para que trabajaran juntos como poner lo que parece una adaptación de un cómic o algo así. No lo he encontrado pero lo parece. Punto de partida: Un genio que decide corromper a una joven por cosas de hace muchos años, la joven no está por la labor -claro- y es especial (una psicópata) así que se dedica a algo así como jugar con él. Porque le prometió a su abuela no matar a nadie, pero… ¿los genios no cuentan como ‘alguien’, no? Es de suponer que en esta historia de ángeles y… ahm… genios en la que el componente religioso y mágico está muy presente pero un poco metido a presión entre muchas cosas, quiere presentar tantas cosas y tanto contexto que el piloto acaba siendo un ejemplo de ‘infodump‘, aunque al menos el recurso del humor tontorrón y la química en sus protagonistas hacen más sobrellevable esta historia que parece un revoltijo con djinns de por medio. Así que… bueno… seguro que su público lo disfruta. (Pero yo hubiera agradecido que durara bastante -bastante- menos).

Estaba convencido de que The Game: You Never Play Alone (O)(IN) iba a ser una serie sencilla de comentar al margen de que sea india, pero se ve que hasta en eso les he sobreestimado. Vamos con la historia en sí: Una mujer desarrolladora de videojuegos es candidata a un premio, eso lleva a una entrevista en la que se pone de relieve la misoginia habitual (preguntas sobre el influjo de su marido, hacer de menos su éxito, etc) y se pasa a los problemas típicos con jefes (que consideran más importante la imagen de la empresa que la misoginia recibida por su empleada), su contexto familiar y de trabajo y esas cosas. Para cuando empiecen las amenazas y agresiones (el principio del capítulo nos la muestra tendida en la playa, antes de volver al pasado para que este piloto nos lleve hasta ese punto inicial) podamos seguir dos líneas, por un lado que realmente sea cosa de ese colectivo de internete que la amenaza, por otro que sea parte de su ‘familia y compañeros’. Supongo que será una de esas historias en las que hay que verlo entero para juzgarlo al completo porque, de entrada, es solo un drama de suspense que tira del viejo ‘ripped from the headlines‘, pero el tema es lo suficientemente fácil de cagarla. Tanto en el tratamiento de estos grupos como decidiendo que al final el culpable sea alguien cercano -que es lo habitual en estos casos- con puntos extra si, además, acaba siendo otra mujer. No digo que no haya que hacerlo, al contrario, pero sí creo que requiere cuidado al trabajarlo como tantos otros temas en los que los guionistas muchas veces no se paran dos minutos a mirar. Igual que requiere que los comentaristas, los críticos, hagan su trabajo. No puede ser que haya echado un ojo y no haya encontrado casi ninguna mención al obvio paralelismo con el GamerGate -que es parte de lo que nos ha llevado a donde estamos-, y peor aún son los comentarios que deciden enmarcar esto dentro de las cosas que pasan en India. Como si en USA no ocurrieran porque, precisamente, GAMERGATE. De verdad que siempre hay hueco para que mi opinión de los periodistas empeore. Pero bueno, en fin, volvamos a la serie que, de momento, y fuera de este tema de partida, no es que ofrezca mucho más. Supongo que veré algún capítulo más a ver por dónde avanza, porque ojalá que sea algo más que la enésima serie de suspense a la que le ponen un maquillaje ‘de actualidad’ -once años hace del inicio del GamerGate- para venderla. Ya veremos.

Bueno… How Are You? It’s Alan (Partridge) (UK) demuestra que hay quien no para de intentar sacarle jugo a sus personajes. Lo cierto es que esto podría haber funcionado –Partridge trata de recuperar su status y meterse en ‘la conversación’ de los documentales sobre temas complejos, que él entiende como explotar los problemas mentales para su propia ganancia. (Así que por lo menos está al tanto de la actualidad)- pero me temo que la incapacidad de actualizar a Partridge hace que suene más viejo de lo que debería. Y más cansado. Quizá con otro tipo de humor… pero al menos tiene más sentido hacerlo con él que con Cunk. Supongo.

Algo de drama familiar, bastante spookon tirando a ridículo porque Miss King (O)(JP) se centra en el shōgi, el ajedrez japonés. Así que… bueno, es una cosa con la que obsesionarse. Supongo. Sobre todo porque intentan usarlo como ‘historia de venganza’, imagino que habrán visto Sin-ui hansu y habrán pensado que podían hacer una versión. De nuevo, claramente no soy el público de esta historia.

Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien con una serie. Porque Murder Before Evensong (UK) es, al menos en su piloto, un gran ejemplo de ‘murder mystery’ británico, al más puro estilo de un Midsomer Murders convertido en serie. Quizá ese es el mayor problema de este piloto, el comenzar con un asesinato que vamos a ver llegando al final. Aunque espero que no estiren en exceso la investigación. Por lo demás, un gran reparto -mención especial a Amanda Redman, que está excelsa como Audrey Clement, la insufrible madre del vicario protagonista. Una mujer que haría parecer una vecina encantadora a Agatha Raisin.- que ayuda a encarrilar la serie (ambientada en 1988, por cierto) y que, esperemos, sea solo el principio de una gran serie que nos ofrezca distintos casos en sus temporadas. (De hecho, si este caso lo resuelven en el siguiente capítulo, estableciendo así una forma de investigación de como hora y media). Así que si queréis una serie en la que se nos presenta un pequeño pueblito inglés, un montón de sospechosos que tienen puntos en común con un tipo, la muerte del susodicho, y una buena cantidad de tramas paralelas más o menos humorísticas (en este caso, la posibilidad de construir un aseo en la iglesia), aprovechad. Que no se hacen muchas de estas.

No sé si recordaréis DI4RI, pero le han sacado una especie de spin-off, RIV4LI (O)(IT). Como aquella tiene a chavales con pinta de chavales, habla de sus cosas y problemas y deja una sensación general de que podría haber sido un libro juvenil. Italiano, por cierto. Pero los temas son más o menos universales y tiene menos de esas historias de veinteañeros en el instituto que de cosas un tanto inhabituales pero, decididamente, no improbables. Como leerse un libro de Gran Angular. Luego ya está el asunto de hasta qué punto podría interesarnos algo así, pero resulta al menos interesante -como en la otra serie- ver algo que va más allá de las cosas estadounidenses habituales.

Una serie sobre las primeras policías -mujeres policía, vaya- que hubo en Suecia en los años cincuenta. Eso es lo que nos ofrece Skiftet (O)(SU) y lo que, claramente, iba a ir como iba a ir: Que si el contexto, que si el drama, que si los problemas personales. Que decidieran colocarlas en los peores puestos y situaciones no debería de sorprendernos mucho. Que la serie se empeñe en vendernos el coraje y blablabla… menos todavía. ¿Os acordáis de la mexicana Las Azules del año pasado? Pues como esas pero en aburrido. Que acabe con un asesinato, de una prostituta, supongo que es para intentar que lo que el drama histórico no trae (que no lo hace) lo arregle esto otro, con la lucha contra la gente del departamento de policía para que las hagan caso y, de paso, para llevar justicia al caso. Que lo mismo lo resuelven en el próximo capítulo pero, sinceramente, nunca lo sabré porque no tengo interés alguno en verlo.

Es una lástima que esta serie no le interese ni a Netflix, que no se ha molestado en sacarle un trailer.
Creo que en lo que más he pensado viendo The Sisters Grimm (USA), más allá de ‘pero esto está basado en algo, ¿verdad?’ es en la cantidad de IA que habrían usado para lograr una animación que logra ser a la vez tan mediocre y tan desfasada, es como si alguien hubiera decidido hacer un estilo de los años ochenta pero en peor aún, y luego lo hubiera pasado por herramientas que muy claramente han empeorado el aspecto. El resto no es mucho mejor: Tras la desaparición de sus padres dos hermanas regresan al pueblo de estos en el que descubren que las criaturas de los cuentos de hadas son reales. Una premisa que solo hemos visto usar como una vez cada tres meses. Así que esto es lo que tenemos, quizá la peor de las series infantiles/ juveniles de Apple hasta el momento y una notable separación con lo que ha venido siendo su cuidado e interés en los más pequeños hasta la fecha. En fin.

Es una pena que este Tangata Pai (NZ) no acabe de gustarme, porque la premisa me parecía interesante: Distintas historias de contando la historia de cinco personas cuyas vidas se ven mezcladas en una ocupación de tierras. Porque, además, se hace como forma de ofrecer creaciones maories y como parte de esta forma de tratar de explicar las muchas formas en las que afecta a la vida (de ahí que tengan a un músico activista, o a un político, pero también a un policía que no tiene claro su papel, o a una enfermera y a un padre) porque la identidad es tan importante como al justicia y la familia. Sin embargo la mezcla no acaba de funcionar en parte porque varias de las historias -al menos en este piloto- parecen ajenas. Sabemos que viven en el mismo espacio, y que una serie de ataques terroristas sacuden su mundo, pero da la sensación más de ser una serie de cortos sucesivo que una serie en la que unos y otros se mezclen. Creo que era una buena idea pero no necesariamente -al menos no para mí- un buen resultado. Quizá debería dar más oportunidades a la serie, puede que la siguiente tanda de historias de ocho minutos me muestre algo que la primera no ha hecho, pero igual que confío en que muestren algo después de los ataques -aunque supongo que la idea de ‘en tiempo real’ significará que, en el mejor de los casos será para el final de esta temporada o una hipotética segunda- pero… no sé, no sé.

Supongo que esta The Walsh Sisters (O)(IR) espera adaptar las novelas de las hermanas Walsh. Por el título, vaya. Pero lo cierto es que el piloto da la sensación de que va a intentar mantener a todas las hermanas dando vueltas, aunque esté claro que van a empezar por Rachel. No le veo mucho interés, la verdad, pero es posible o que no sea su público o que estén contentos haciendo una adaptación típica llena de topicazos, quizá ambos. Supongo que al menos los fanses de Marian Keyes encontrarán algo de interés.

Doy por hecho de que había una forma de que Watching You (AU) fuera menos aburrida de lo que es. Quizá haciéndola algo más diferente a una versión Lifetime de Sliver (que tiene mucho mérito, teniendo en cuenta que Sliver no dejaba de ser la versión Lifetime de un sexy thriller), quizá haciéndola más parecida al libro en el que se basa -sí, estoy dando por hecho que no se parece al libro… porque nunca lo hace- o quizá con un personaje central que nos importara un algo. Lo único destacable que tiene es su pésimo gusto por los hombres. En cuanto a la historia en sí: No solo llevamos viendo desde el principio que los protagonistas tienen ‘cámaras camufladas’ en sus casas, también lo descubre la protagonista en un momento determinado. Que tarden hasta el final del capítulo en mandarle un mensaje de «te estoy observando» hace menos que pienses ‘oh, hay alguien observándola’ que «Vaya, se lo graba para verlo después, probablemente con el botón de FFW en el dedo, puedo entenderlo». Porque fuera del clásico ‘vaya, parece que todos se lían con todos, ya he perdido la cuenta de cuáles se supone que son las parejas oficiales’ no creo que encuentre mucho interés en lo que están viendo. Desde luego puedo decir que yo no lo he hecho.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Stan. (@stanaustralia)

Parece que en USA el dinero de los fanáticos no se termina nunca, así que han podido estrenar A Week Away: The Series (USA) que es la idea de ‘serie familiar cristiana’ con un montón de chavales en un campamento cristiano comportándose menos como chavales -no te digo ya como ‘chavales de campamento’- sino como una especie de robots que se enfrentan a momentos en los que exclaman ¡Cáspita! porque han discutido con su mejor amiga. En serio, al lado de esto las series de Disney y Nickelodeon son HBO. Pero bueno, supongo que la idea es demostrar a los chavales que puedes tener la profundidad de una cucharilla y, que aún así puedas montar un drama con tu aburrida vida. Ah, y proporcionar algo que poder parodiar de forma inmisericorde durante siglos.


¡Libros que Salen! Oates, «Transmutada», McCarthy y más

¡Que entre la pila!

El señor Fox de Joyce Carol Oates, ed. Alfaguara

No hay que confundirlo con el libro del mismo título de Oyeyemi, porque aquí estamos ante una obra de… misterio literario, quizá. Y es que Joyce Carol Oates no para de crear de manera particular. Esta es una obra sobre crimen y complicidad, un juego de gatos y ratones en el que un profesor de inglés, dueño de un coche que aparece hundiéndose en un estanque, con un cuerpo cerca. Algo que hace que un policía tenga que empezar a hacer preguntas. Comenzando por, ¿hasta qué punto conocemos realmente a la gente?

Transmutada de Eve Harms, ed. Dimensiones Ocultas

La experiencia trans como parte del body horror, la mirada sobre una influencer que busca poder acceder a esa cirugía de feminización la lleva a ponerse en manos de un doctor de métodos discutibles. A partir de ahí en la frontera entre el weird, el splatterpunk y la vida real de las irrealidades; vamos viendo cómo la mirada del público, la mirada propia y las mutaciones son parte de un mundo que puede convertirse en pesadilla. Que no deja de ser otra forma de irrealidad, como las propias redes sociales, claro.

Musivo de Catherine McCarthy, ed. Dilatando Mentes

Reconozco que la idea central detrás de este Musivo -cuando una experta en restauración recibe el encargo de arreglar la vidriera de una iglesia en un pequeño pueblito tanto la imagen que se va formando como el ambiente del pueblo se va convirtiendo en algo inquietante- me ha llevado a lo mejor del gótico italiano y del folk británico, así que espero que la historia de esta autora galesa que quiere hablarnos de eso pero también de los traumas de crecimiento en un hogar abusivo y extremadamente religioso, en el que lo inquietante de la situación está por encima de violencia física o ‘gore’, esté tan a la altura como parece.

Término Malaussène (2, El caso Malaussène) de Daniel Pennac, ed. Literatura Random House

Pues aquí estamos. Quizá la gente ni recuerde cuándo salió la parte anterior a esta. Normal. Pero hay más Malaussène y, aunque sea solo por la nostalgia de los dos primeros títulos, creo que merece la pena comentarlo. Un secuestro falso acaba en algo serio cunado un escritor está determinado a desvelarlo en una obra de no-tan-no-ficción. Esperaremos.

Una película de terror de Paul Tremblay, ed. Nocturna

En los años noventa un grupo de jóvenes intentó hacer una película de terror. Sucedieron suficientes hechos extraños como para que solo sobreviviera uno de ellos, y solo tres escenas de toda la película. Escenas que se convirtieron en leyenda y culto. Lo que llevó, claro, a Hollywood a plantear en la actualidad un ‘remake’. Con el único superviviente. De ahí este libro que va y viene entre momentos temporales, que mezcla el guión de la película (¿o películas?) con la narración y que incluye otros giros y particularidades. Porque, sin duda, se trata de una obra mucho más particular -o quizá debería decir ‘polarizante’- de lo que suele ser habitual en él.

A la deriva en el Nilo de Naguib Mahfuz, ed. Gallo Nero

La editorial asegura que no se había publicado antes en España y, por esta vez, no he sido capaz de encontrar información que lo contradiga. Es curioso porque es un libro del ’66 en el que vemos una representación de las clases medias con un funcionario efipcio que fuma kif junto a unos amigos permitiendo que la reflexión y la nostalgia floten oníricamente en conversaciones que consideran profundas pero que no parecen pasar de ahí. Una vez más, parece antiguo pero resulta contemporáneo.

Corazón salvaje de Barry Gifford, ed. Dirty Works

Que alegría ver que en Dirty Works han decidido liarse la manta a la cabeza y sacar -de entrada- los ocho títulos de Sailor y Lula que escribió Barry Gifford, y que en España fuimos viendo publicadas aquí y allá, a golpe de película -esta que da título, o Perdita Durango-, y de manera ciertamente errática. Varias de ellas no se llegaron a publicar en España, así que es una oportunidad para comprobar cómo a lo largo de los años (de 1990 a 2015) fue contándonos las peculiares historias en las que se veían metidos sus protagonistas. Una saga criminal, sí, pero con un particular humor, excesiva y violenta. Como una buena telenovela.

Los retratistas pioneros de la corte (1859-1866) de Carlos Celles Anibarro, ed. Reino de Cordelia
Este libro ilustrado nos traslada a la segunda mitad del S XIX, con la novedad de los gabinetes de fotografía y las distintas personas que pasaron por ellos, de monarcas a toreros, figuras del espectáculo e, incluso, ciudadanos de a pie. Todo ello recogido por Carlos Celles Anibarro, de la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal, comisario de la exposición La carte de visite, un retrato romántico.

La invasión de los hongos del espacio de Marina Shirakawa, ed. Diábolo

Uno de las más notables creadores del manga de terror japonés sententero, Shirakawa presenta aquí una mezcla de alienígenas y zombies, porque las setas del espacio exterior pueden soltar esporas y colonizar humanos, así que a la vez que aprendemos sobre ellos vamos viendo desarrollarse la historia -lo justo, porque aquí las páginas importantes son las que nos muestran esas monstruosas interacciones- y, de esa manera ir viendo

El pato que nunca parpadea de Alex Latime, ed. Miau

Un divertido álbum pensado para que su joven lector interactúe con él intentando lo más difícil posible, ¡lograr que el pato parpadee!

Nos leemos.


Resulta curiosa esta The Hack (UK) en la que, más allá de los pelucones, se decide intentar contar con rupturas de cuarta pared y toques de humor la historia del periodista que investigó las escuchas ilegales que los periódicos de los Murdoch realizaban a famosos-y-no-tan-famosos. Supongo que porque el caso es reciente, porque hay un claro sesgo ideológico en esos periódicos o porque alguien ha pensado que no podían hacerlo como siempre -quién sabe si alguna de ellas, o cualquier otro motivo- han optado por esta versión que cuenta los hechos ‘a su manera’ y que, sobre todo, busca un interés que probablemente no podría lograr por muy buen reparto que tuviera -que lo tiene, todo sea dicho- así que sea por ellos, por el tema o por lo que sea, lo cierto es que el resultado es, por lo menos, interesante.

Veía el piloto de Hotel Costiera (O)(IT) con cierta sorpresa: ¿De verdad en Amazon han llegado a hacer ya el equivalente a esa nueva versión de Magnum? Y es que tenemos una serie en la que parece que han pillado un rechazo de las generalista para llevárselo ellos. Tenemos a un tipo con un pasado que se dedica a ‘ayudar a la gente’ que en este caso son los huéspedes del hotel en el que trabaja. Tenemos a toda una serie de ‘ayudantes secundarios’ muy definidos sirviendo de apoyo. Tenemos un choque con una mujer seria y responsable. Y, en el más puro estilo de las series de ahora, tenemos un misterio que justifica que el personaje esté ahí y que supongo que servirá de arco argumental de fondo. Y muchas imágenes de la Costa Amalfitana. La serie es muy claramente relleno pero reconozco que ahora me intriga si el uso de este formato, que parece pensado para ‘pon algo de fondo en la tele’ servirá también cuando tienes que ir a su búsqueda.

Ricos riqueando en versión histórica y con una cierta excusa de organización criminal, eso es lo que ofrece House of Guinness (UK) sobre todo. Como si quisieran revivir sucession pero con mejores trajes -que tienen pinta de no haber sido usados hasta el momento del rodaje, todo sea dicho- así que, bueno, supongo que todos sabíamos a lo que veníamos.

Tú le das una película de Lifetime para que te la conviertan en una serie de ocho capítulos de esa colección de ruido blanco que es Netflix y te acaban montando La Huésped (O)(CO) que tiene 20 capítulos porque las tablas montando telenovelas se pueden demostrar incluso en esto, una creación con la sutileza de un búfalo rabioso y la decisión de ser un sexy thriller que parece que los ’90s vienen fuertes en ellos. Nada parece funcionar mucho, nada tiene demasiado sentido, pero es de suponer que en algún momento girará tanto en sus argumentos que acabará en cualquier otro género. En fin, que como os podéis imaginar esta parece pensada para la siesta de después de comer.

Supongo que el piloto de Kaosun Anatomisi (O)(TU) te pone lo suficientemente claro por dónde van a ir los tiros que no le importa pasárselo colocando a los personajes en sus sitios, sin necesidad de pararse a pensar en que quizá hubiera estado bien que fuera más a la mitad que al final. Pero en fin, que lo que tenemos es un drama de venganza y organización criminal, con una persona que decide ‘asociarse’ con una de estas para investigar y vengar una muerte cercana. A ratos parece que su referencia fueran las películas de gangsters de los setenta, a ratos parece que son las telenovelas actuales, supongo que ese batiburrillo e indeterminación podría valer en un piloto para que quieras ver lo que va a suceder a continuación. Pero lo cierto es que a mí me acabó dando lo mismo. Que puede ser porque no soy su público -me ponéis Organización Criminal y ya me habéis perdido un poco- pero que, yo qué sé… no tengo claro ni si ellos saben cuál es.

La llegada de los programas de los realities-concursos surcoreanos ha permitido ir haciéndonos a la idea de muchas de sus formas de crear ese entretenimiento. Con un claro gusto por mezclar las pruebas con famosos -famosos del lado de la interpretación, claro: cómicos sobre todo pero también actores y cantantes- y de ir creando una narrativa para estas pruebas. Es cierto que aún no se ha emitido -que yo sea consciente, al menos- el famoso Running Man, pero sí que hemos tenido programas como Busted!, como Apartamento 404 o como Mystery Men nos han permitido echar un ojo sobre todo a la mezcla de investigación y pruebas casi de scape room. Y ahora nos llega Keuraim Ssin Jero (O)(CS), o 크라임씬 제로 o Crime Scene Zero o Escenario del crimen: Cero o…,  que es parte de la saga de concursos surcoreanos Crime Scene) Originalmente estrenada en 2014 y con un total de tres temporadas la última de las cuales se emitió en 2017, el año pasado tuvo una recuperación como Crime Scene Returns que sirvió para ir allanando el camino a esta nueva versión para Netflix que incluye el regreso de cinco de los participantes anteriores más un puesto extra para un invitado especial diferente para cada investigación. El concurso es -o parece ser- sencillo: Se nos presenta a un grupo de personajes interpretados por los participantes, hay un asesinato y los implicados intentan descubrir al culpable. De caso en caso van cambiando los papeles que interpretan -por supuesto- así como un puesto especial, el de ‘investigador’, que está al margen de las historias del caso y que tiene, además, dos votos. Así como un Ayudante del Investigador que sirve para que se le hagan preguntas y gestione el juego. En la versión original lo que ocurría era que los participantes llegaban a la escena del crimen, recibían un informe del mismo y -a partir de ahí- decidían qué papel interpretaría cada uno. Aquí eso no lo vemos porque el ‘informe’ se hace con una recreación en la que los participantes ya están en sus papeles. A partir de ahí tenemos separaciones en grupos, investigaciones de lugares relacionados con el crimen, charlas entre ellos comentando sus opiniones y, finalmente, una votación. La votación es importante porque según sea la solución el reparto del crimen varía. En primer lugar se anuncia el culpable. Si no es la persona que más votos ha recibido se lleva el dinero del premio. Si es la persona que más votos ha recibido el dinero se reparte entre el total de votos. Con lo que puede ser más interesante atraparlo pero hacerlo con un número de votos relativamente bajo para no repartirlo entre muchos. Sea como sea está más cerca de las Murder Mystery Party que de la mezcla con scape room que hemos ido viendo antes, aquí no hay mucho que hacer más allá de investigar y hablar. Pero supongo que si eres capaz de entrar en la peculiar manera de funcionar del programa servirá al menos para echar un rato ‘jugando a los detectives’.

Lo primero que pensé al ponerme con este The Lowdown (USA) es si estaría basado en algo de Carl Hiaasen. Que no, pero tiene ese tono y estilo de misterio, criminal, cercanía y humor del escritor estadounidense. Tiene hasta su habitual reivindicación del ‘periodismo local’. Pero no. El que está es Sterlin Harjo, el co-creador de Reservation Dogs. Y aquí supongo que pude explicarme una cosa que no acababa de entender, ¿cómo era posible que una serie que parecía tener todo para interesarme y que cuenta con un reparto notable me pareciera tan aburrida? Imagino que al resto del mundo le puede… no sé, intrigar o fascinar o algo. Por cierto, hablando del reparto, en el que podemos encontrarnos a Keith David, Jeanne Tipplehorn, Tim Blake Nelson o Kyle MacLachlan son algunas de las personas que -a veces como un visto y no visto- aparecen por el piloto y, se supone, irán reapareciendo… hablando del reparto, decía, debo reconocer que lo segundo que pensé era en lo desmejorado que estaba Kevin Bacon, aunque al menos se notaba que tenía energía tras su último traspiés televisivo… pero resulta que no, que era Ethan Hawke.

Normalmente las cosas de zombies suelen llevar alguna Z bien visible. En el caso de Marvel Zombies (USA) es claramente visible la Zzzzzzzz… que provoca. Más de lo mismo, cada vez hecho con menos ganas y para un público al que no se sabe si es que no le importa nada o que nada es importante.

Jamás entenderé la necesidad de hacer pilotos -o capítulos- eternos. En el caso de Tangnyu (O)(CS) o 탁류 o The Murky Stream o Aguas Turbias o…, ni siquiera nos dejan con el punto de partida colocado, por mucho que estén dando vueltas arriba y abajo y presentándonos a personajes y de todo. Necesito, por favor, que las productoras aprendan que pueden hacer películas cuando no tengan material para una serie.

Hace unos años tuvimos una notable cantidad de series sobre ‘internados para jóvenes problemáticos’, casi cárceles. Posiblemente como respuesta a distintos escándalos relacionados con el asunto. Así que esto que nos llega ahora de Wayward (USA) parece seguir esos mimbres, casi como si fuera algún tipo de adaptación entre los Estrenos TV y el True Crime, para seguir contándonos lo de siempre, con, eso sí, un buen reparto y un leve toque de humor negro que es de suponer que hayan puesto para tratar de aligerar la mezcla. Qué os voy a decir, yo no soy fan pero imagino que alguien por ahí lo será.


¡Libros que Salen! Starobinets, «Margarita contra los vampiros», Bechdel y más

¡Que entre la pila!

El vado de los zorros de Anna Starobinets, ed. Impedimenta

Muy contento de ver una novela de Anna Starobinets traducida al castellano, una que -además- reúne temas históricos y fantásticos, con un fondo oscuro. Porque nos habla de lo que quedó tras la Segunda Guerra Mundial, de cómo se reúnen algunas criaturas mágicas de distintos puntos, huidos de gulags, salidos de la destrucción, y cómo una conspiración les va enredando mientras se proyecta sobre ellos una sombra ominosa. Así que aunque no me convenza que venga firmada la traducción por dos personas distintas estoy más que contento de que vayamos a poder disfrutar de nuevo de un Starobinets original.

Consumida de Alison Bechdel, ed. Reservoir Gráfica

¡Vuelve Bechdel! Hablando del impacto del capitalismo, del poliamor, del cambio climático, de la vida, vaya. De cómo sigue en su casa en Vermont, donde vive junto a su pareja, una criadora de cabras. A partir de esa vida y esas historias hace un costumbrismo lejano al habitual con el que pretende ofrecer algo de esperanza pese a todo.

Margarita contra los vampiros de Raquel Gu y Javier Pérez Andujar, ed. Liana

El sentido del humor y la fantasía de Pérez Andújar se juntan aquí con el dibujo de Gu para una historia particular pero reconocible. Particular porque nos pone de protagonista a Margarita, una señora de setenta años de Barcelona, cuya mejor amiga –Julia– desapareció hace años y que cree que habla con su espíritu. Y con ella -o con ellas- también a Pako, dueño del bar, y Miguel, un lotero tuerto. A los que arrastrará a un viaje a los Cárpatos para rescatar a su amiga del Gran Vampiro Virgilio. Por el camino se encuentran con contrariedades, con aventuras y -por supuesto- con su propia forma de ser tan particular. Casi como si se tratada de un regreso a aquel espíritu brugueriano -aunque sin Doña Urraca de por medio-.

El carnicero del bosque de Premee Mohamed, ed. Duermevela

Premee Mohamed es una muy galardonada autora a la que, hasta donde yo sé, sólo habíamos visto impresa en catalán. Ahora tendremos la oportunidad también en castellano con esta historia sobre una joven que logró escapar de un bosque lleno de peligros… para acabar de nuevo obligada a volver a él, teniendo que cumplir una peligrosa misión que incluye volver a huir. Una mezcla de cuento de hadas y horror cósmico con solo un día para lograr su empresa.

Una navidad envenenada de Christina Romeril, ed. Alma
Tinta y sombras de Ellery Adams, ed. Alma

Pues aquí estamos de nuevo, aunque con menos libros esta vez. Por un lado la cuarta entrega ya del Club Secreto de la Lectura (y la Merienda) de Ellery Adams, esta vez con una ambientación de Halloween, una tienda (recién abierta) de derivados del cannabis y la Sociedad de Defensoras de los Valores Sólidos con la mujer del predicador al frente. Por el otro tenemos una nueva serie, con uns gemelas a cargo de otra librería, Murder and Mayhem, en el centro. Solo que esta es, además, una bombonería (Yo qué sé, cosas más raras se han hecho en librerías). Y sí, comienzan con un episodio navideño, con bombones de muerte y un bastón de caramelo afilado. Así que, bueno, parece que aún tenemos algunos de estos ‘cozy crimes’ por delante.

Ensayos II de Lydia Davis, ed. Eterna Cadencia 

El cambio de distribuidora de Eterna Cadencia no evitará que disfrutemos ahora del segundo volumen de ensayos de la gran escritora Lydia Davis. Sí, sabemos que la ficción es su fuerte, pero eso no significa que -por interés o coleccionismo- no podamos disfrutar también de sus opiniones y reflexiones.

El sentido de la birra de Jonny Garrett, ed. Ned Ediciones

En lugar de contar la historia de la cerveza lo que aquí se cuenta es la historia de la humanidad… en relación con la cerveza. Que en realidad quizá no está tan lejos -o quizá sí- de lo otro. Pero bueno, que si lo que buscáis, más allá de un título discutible, es un repaso a la importancia histórica y sociocultural de la bebida -o el clásico libro que arregla un regalo que no tenías muy claro cómo solucionar- entonces ha llegado a tiempo.

Rata y los animales feuchos de Sibylline y Jérôme D’Aviau, ed. Libros del Zorro Rojo 

Un libro sobre animales que habla de más cosas. Porque el problema de la vivienda o de la autopercepción puede llegar hasta a los animales. Por eso Rata busca una casa -no soporta a su casera- y cuando se encuentra con un grupo de animales igual de desgraciados que ella -y ‘feuchos‘- decide que hay que buscarles una manera de que vivan mejor. Porque todos, por ‘feuchos‘ que sean, se lo merecen.

HOY de Agustina Guerrero, ed. Lumen

Nuevo cómic de Agustina Guerrero, que ya no es La Volátil porque en este cómic pretende dejar de lado el personaje para montar un personaje nuevo. Ya veremos si distinto. En el que hablaba día a día en Barcelona. De su personaje… Bueno, os hacéis a la idea.

Impenetrable de Alix Garin, ed. Norma

Ya conocemos a Garin de No me olvides, y aquí nos encontramos con una historia más autobiográfica y, si podéis creerme, más complicada. Porque lo que aquí aborda son sus problemas sexuales, la autora sufría de vaginismo y que se complicaba al mezclarse con otros temas de deseo sexual (o su ausencia), trauma, y a partir de ahí la vulnerabilidad y la necesidad de comprender lo que pasa para poder decidir y reconstruirse.

Ticnicks de Meritxell Martí y Xavier Salomó, ed. Combel

Una nueva serie de cómics de Martí y Salomó, con un punto de partido que seguro que nos suena: Un extraño anciano vende unos muñecos, pero sus dueños tienen que cumplir tres reglas. En teoría cada uno de de ellos permanecerá solo un día con vida antes de convertirse de nuevo en un peluche. Pero… a veces suceden cosas inesperadas. Sobre todo cuando no se siguen las reglas.

El Quijote (en verso) de Juan Muñoz Martín con ilustraciones de Javier Andrada, ed. SM

Pues sí, resulta que Juan Muñoz Martín, siempre incansable, estaba haciendo también una adaptación rimada de El Quijote, a su manera y estilo. He mirado por si se trataba de algún material publicado antes y no he sido capaz de encontrarlo así que supongo que esto es lo que es y lo que hay. Espero que a sus lectores les sea de provecho.

¡Vamos a inventar! de Kate Pankhurst, ed. Miau

Un libro con divertidas ilustraciones y un mensaje que mandar, siempre han existido las inventoras y algunas de sus creaciones son -han sido, serán- cruciales. Así que aunque esto suene a un cómic de hace una década de esos que repasaban biografías de ‘mujeres extraordinarias’. Porque, supongo, hay cosas en las que no se puede dejar de insistir.

¿Puedes pasarme la pelota? de Chayada, ed. Petaletras
Una liebre que juega al fútbol pierde su pelota. Va pidiendo a diferentes personas que se la acerquen. Con distintos grados de fracaso. Y, mientras, una tortuga con andador parece no enterarse de nada. Un álbum ilustrado divertido, y con unas ilustraciones muy expresivas.

Nos leemos.